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Urano: Retrato de familia (I)

  • Foto del escritor: Perdita Moon
    Perdita Moon
  • 13 may 2022
  • 4 Min. de lectura

En todos los sentidos, mi papá es el planeta más cool del Universo. ¿En qué otro lugar pueden verse auroras en lugares inesperados y lluvias de diamantes?



Urano y algunas de sus lunas
Imagen del Telescopio Espacial Hubble que muestra a mi papá y algunas de mis hermanas y hermanos. Créditos: E. Karkoschka (Univ. of Arizona), NASA


Creo que ya os expliqué que pertenezco a una familia bastante grande. Llevamos una vida tranquila, a una distancia del Sol veinte veces mayor que la Tierra. A pesar de ser numerosa, la mayor parte del tiempo, simplemente estamos ahí, en las sombras, ocupándonos de nuestros propios asuntos.

Sin duda, habréis oído hablar de mi papá, aunque puede que no sepáis mucho sobre él. No es sorprendente: Al contrario que algunos de sus hermanos y hermanas, no le gusta llamar la atención. Si os dais cuenta, terrícolas, ni siquiera sabíais de su existencia antes de inventar el telescopio.

¡Es un gran planeta! Cuatro veces mayor que la tía Tierra, de hecho (y catorce veces más masivo). Lo han llamado un "gigante de hielo", pero eso es una exageración. ¡Cualquiera diría que es una bola de hielo flotando en el espacio! Más bien, se trata de una bola de gas mezclado con líquido y hielo (supuestamente por encima de un núcleo rocoso, pero papá aún guarda muchos secretos, incluso para su prole).


Urano en el infrarrojo
¿No se ve guapísimo en el infrarrojo? Créditos: Lawrence Sromovsky, University of Wisconsin-Madison/W.W. Keck Observatory


Frío, pero no aburrido

A mí, mi papá me parece el planeta más cool del Sistema Solar. Y no me refiero solo a su temperatura (unos -195 ºC de media, más baja incluso que la del tío Neptuno), sino también a sus muchas características únicas. Pensad en su color, ese maravilloso y uniforme aguamarina. ¿La causa? El metano de su atmósfera. (Quejaos del olor si queréis, total, quién está allí para percibirlo) Y debajo de las brumosas nubes, se dice que podría ocultarse un oceáno. Le he preguntado muchas veces sobre ello, pero papá ni confirma, ni desmiente.

A primera vista, puede parecer un planeta muy soso. Esa baja temperatura, esa superficie tan lisa, ese ritmo tranquilo en torno al Sol... (¡ochenta y cuatro años terrestres para completar una sola órbita!) Pero no os engañéis. Puede ser realmente divertido, provocativo incluso. Por ejemplo, disfruta dando vueltas muy deprisa: Un día en Urano dura solo diecisiete horas. Y además, mientras que la mayoría de planetas rotan en sentido contrario a las agujas del reloj, él lo hace al revés. Tan solo la tía Venus le sigue el rollo (aunque, conociendo a la tía Venus, ella dirá que es al contrario).


Rodando en el espacio

Como cualquiera, Urano también tiene cambios de humor. Creedme si os digo que, de vez en cuando, puede llegar a ponerse muy... tormentoso. ¡Os daréis cuenta de ello cuando esas manchas blancas aparezcan en las imágenes de vuestros telescopios!


Tormentas de metano en Urano
Tormentas de metano en Urano, observadas con el telescopio Keck. Créditos: Imke de Pater (UC Berkeley), Larry Sromovosky y Pat Fry (U. Wisconsin), Heidi Hammel (AURA)


Y no se os ocurra bromear con su eje de rotación. Aunque no le gusta hablar de ello, he oído que su posición tumbada se debe a un mal encuentro con otro cuerpo cuando era muy joven. ¡El otro tipo debía de ser muy grande para producir semejante efecto! A causa de esto, terrícolas, si os establecieseis en Urano (cosa que no podéis hacer, a menos que descubráis el modo de construir una colonia en un planeta sin superficie sólida), veríais como aquí las estaciones son mucho más extremas que en vuestro planeta de origen.

Papá también está un poco avergonzado de su extraño campo magnético. Todas sus hermanas y hermanos están envueltos en una especie de "burbujas" magnéticas (llamémoslas magnetosferas) que son bastante simétricas y están más o menos alineadas con sus ejes de rotación. En cambio, la suya está inclinada y ladeada. En mi opinión, tampoco es para tanto. ¿Qué más da si sus auroras no brillan en los polos, como las de mis tías y tíos? A mí me parecen igual de espectaculares.


Aurora en Urano
Imagen compuesta de una aurora en Urano, creada combinando observaciones del Telescopio Espacial Hubble, la sonda Voyager 2 y el Gemini Observatory. La aurora está alineada con los anillos del planeta. Crédito: NASA


Diamantes en el cielo

La riqueza se asocia siempre con mi tío Saturno. Claro, le encanta alardear de sus fantásticos anillos. ¿Pero sabéis qué? No es tan especial. Los tíos Júpiter y Neptuno también tienen anillos, y lo mismo sucede con mi papá.

La diferencia es que los anillos de papá son, como todo en él, discretos. Están hechos de pequeñas partículas oscuras que no brillan demasiado. Aún así, no os llevó mucho encontrarlos, terrícolas. Poco después de vuestro descubrimiento de papá, en 1789, ya corrían rumores de que los anillos existían. Sin embargo, no se confirmaron hasta 1977, cuando alguien notó que una estrella estaba siendo ocultada por algo muy cercano a Urano. Desde entonces, habéis contado hasta trece anillos. Si hay más, permitidme que me guarde la información.

Lo cierto es que papá es tan modesto que tiene un secreto escondido en lo más profundo de su atmósfera: ¡Lluvias de diamantes! ¿Os acordáis del metano? Parte de él ha sido comprimido hasta formar esas rocas brillantes que os hacen perder la cabeza allá en la Tierra. Shhh... No lo vayáis contando por ahí, ¡no vaya a ser que se desate una Fiebre del Diamante y nos invada una horda de naves espaciales!



Continuará...

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